Al
igual que los números reales los representamos en la recta real, de tal forma
que a cada punto de la recta le corresponde un único número real y viceversa,
podemos representar los números complejos en un plano, que llamaremos plano
complejo.
Este
plano será el plano euclídeo en el cual situamos dos ejes cartesianos:
Eje Real:
será el eje de abscisas, y en él representaremos la parte real del número
complejo.
Eje Imaginario:
será el eje de ordenadas, y en él representaremos la parte imaginaria.
De
esta manera, a cada complejo z = a + b i le corresponderá su afijo A(a, b), y
este afijo determina el vector OA
que va del origen de coordenadas a dicho afijo.
Es
decir, un número complejo z = a + b i se representa gráficamente, dibujando su afijo en el plano complejo y formando el vector que va del origen a
dicho punto. Luego, a todo número complejo le hacemos corresponder un vector
que será su representación gráfica, y todo vector del plano complejo,
representará de igual forma a un número complejo.
El
vector que representa a un numero complejo z = a + b i estará situado en un
determinado cuadrante, dependiendo del signo de las partes real e imaginaria.
Así:
- Si a y b son positivos estará en el primer cuadrante.
- Si a es negativo y b positivo estará en el segundo cuadrante.
- Si a y b son negativos estará en el tercer cuadrante.
- Si a es positivo y b negativo estará en el cuarto cuadrante.
Es
fácil observar que el conjugado de un complejo z es simétrico de z respecto del
eje real y que el opuesto de z es simétrico respecto del origen de coordenadas.
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